La tristeza es algo temporal, pero que marca durante largo tiempo, pues cada minuto es doloroso. Es imposible dejar de pensar en aquello que te molesta, piensas sin pensarlo, porque eres esclavo de unas palabras, una mirada, una imagen que te ha hecho daño.
Pero la felicidad es similar. Aquella misma palabra, aquella misma mirada, aquella misma imagen puede tornarse en una sonrisa amplia y sincera; o en una carcajada sonora, como aquellas que te secan los labios, o aquellas que te hacen que te duela la cara. Quizás la tristeza en sí misma sea más dura porque es más constante cuando hace su trabajo, por lo que deduzco, que las personas somos felices por naturaleza y hemos nacido para serlo, porque cuando somos felices, pocas veces nos paramos a pensar que somos felices. En cambio, si nos sentimos tristes, no podemos evitar sentirnos mal y preguntarnos "por qué".
¿O no?
Frase: "Más vale un final con dolor, que un dolor sin fin..."
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