19.- Todo sobre mi madre

Todo no, pero algo así, lo que pasa es que en el título quedaba bien.

Madre sólo hay una y como las novias/os, no se pueden comparar. Pero claro, de una madre no te cansas, de una pareja, sí ¿Será por qué de verdad sentimos amor por ellas? Seguro que sí, es eso, me acabo de dar cuenta.

Últimamente, la miro y me doy cuenta de que la quiero. Será porque la veo algo más débil, quizás porque me hago un poco mayor y soy consciente de lo que esa mujer ha sufrido por mí. A veces no nos llevamos bien e incluso llegamos a odiarlas durante unos días, horas, minutos... quizás porque no vemos que ellas buscan lo mejor para nosotros. Me parece que la culpa de todos los berrinches es la edad, la época de rebeldía. A mi se me pasó esa época, al menos con mi madre.

Mi hermano se fue de casa para trabajar y ahora sólo le quedo yo, el niño pequeño. Pero sabe que ya no soy tan pequeño y lo que más miedo le da es que yo también me tenga que ir fuera, aunque sea para ganarme la vida. Porque creo que una madre, por mucho que se alegre de que un hijo suyo va a labrarse un futuro, sufre al ver como sale por la puerta y se pierde tras una esquina con una maleta y un adios. Porque así fue lo que pasó el día que mi hermano tuvo que irse y yo tenía 16 años. No tenía palabras para consolarla, aunque ahora me doy cuenta de que con un simple abrazo le bastó; porque es lo único que me pide cada día, junto con un beso.

Hoy le dedico este pequeño espacio, porque ahora lleva unos días malos y no se los merece, no porque sea mi madre, sino porque no tiene culpa de lo que está pasando. Y aunque cualquier línea de lo escribo es poco para devolverle todo lo que ha hecho por mí; hoy va por tí, mamá.

Una pequeña rosa para tí...