miércoles, 10 de diciembre de 2008

16.- La lanza del Silencio

El otro día escuché en las noticias que existían no se cuantos blogs en la red. Era una noticia interesante porque hablaba de todos los tipos que había y demás aspectos sobre esta rutina para algunos; pesadez, al cabo del tiempo, para otros. Entiendo que la gente deje este tipo de costumbres con el tiempo, porque no siempre hay nada interesante que decir. Escribir, se pueden escribir muchas cosas, pero que se puedan leer y sobre todo, que de gusto leerlas, pocas.

Y seguro que existen miles y miles de blogs interesantes, con muchas utilidades y curiosidades, con cosas nuevas y cosas que no conocías y que te pueden servir para contar a tus amigos. Pero para ello, hay que saber moverse, creo yo. Por esta razón, la gente que tienes buenos blogs, y con esto no me refiero a grandes redactores de periódicos, escritores, etc. sino a personas que tienen la capacidad de transmitir alguna historia o idea de una forma peculiar, siempre se mantienen actualizados.

Por eso, pienso que con el tiempo muchos de estos pequeños mundos acaban por marchitarse, hasta desaparecer. Para comenzar algo, tienes que tener alguna idea, algún motivo para hacerlo. Al principio es satisfactorio publicar aquellas historias, anécdotas, sentimientos que tenías en mente. Pero cuando ya has compartido todo lo que tenías en mente... poco a poco, se comienza a dejar. Se actualiza con menos frecuencia y al sentarse delante del ordenador es más complicado dejar fluir los dedos sobre el teclado, cosa que no sucedía en un principio.

Con esto quiero decir, que admiro a la gente que saca un ratito de su tiempo para compartir algo, lo más mínimo. No son necesarios grandes textos para deslumbrar a nadie, yo soy más de pequeñas frases, pero con gran significado. Y ya no sólo los admiro por sacar ese ratito al día, sino por ser constantes, pues eso es lo complicado.

Y por eso, después tienen su recompensa. Es bonito tener un comentario, ver como aumentan las visitas de tu pequeño espacio. Ilusiona. Pero para ello, en mi opinión, hay que ser constantes y decir algo con lo que alguien pueda sentirse identificado, plasmar algún sentimiento que pueda dar lugar a una respuesta de una pregunta que alguien podía tener en mente tiempo atrás.

De ahí, que surgiese la "La lanza del Silencio", mi pequeño blog. Tenía la necesidad de contar como me sentía, de expulsar aquellas ideas sobre mundos, personajes, historias de amor, odio, que tenía dentro de mí. Necesitaba un lugar donde desahogarme, un lugar donde saber que alguien podrá escucharte, leerte, en este caso; aunque no te diga nada. Saber que un día una persona se ha sentido como tú y te diga:" A mi me pasó lo mismo, deja pasar el tiempo, verás como todo se arregla", y sonreir al leerlo, porque no estás sólo.

Me gusta navegar en busca de blogs. Evidentemente, todos buscan algo relacionado con sus aficciones, pero después hay algo más como aquel blog triste, aquel blog gracioso, aquel blog que se dedica a colgar imágenes, videos, etc.

Yo intento ser realista y dar mi opinión, educadamente, de lo que vivo y de lo que siento. Quizás, mucha gente no leerá todo lo que escrito. Pero quizás, no lo haga hoy, por eso lo dejo publicado; por si algún día hay alguien que piensa como yo y se decide a saludarme.

A todas esas personas, bienvenidos/as.

Atentamente,
-Spike-


"Escucha al silencio, porque a veces, tiene mucho que decir; porque a veces, hiere más que la palabra; porque a veces, su lanza es más afilada que la maldad de un grito..."

No hay comentarios: