viernes, 14 de noviembre de 2008

7.- Esperando el bús

Me estoy dando cuenta de que en las paradas de los autobuses se puede conocer gente curiosa, además de perderte en aquellos pensamientos que el alboroto del día no te permite. Hoy esperaba el urbano para recoger mi coche del taller. Estaba yo sólo, muriendo de frío. Hay que ver como han bajado las temperaturas, aquí en Andalucía rondan los 8-9 grados. Al poco tiempo, una mujer mayor se acercó a la parada. Tenía aire desaliñado y un gesto risueño.

- ¿Ha pasado el 18? - me preguntó.
- No, señora, aun le quedan unos minutos.
- Entonces me siento, que no tengo las piernas como para estar de pie.
- Claro - dije mientras le hacía un hueco, sonriendo. En realidad no sé porque lo hice, estaba todo el banco sólo.

La anciana se sentó en dos tiempos. Sus cortas piernas no tocaban el suelo.

- ¿Qué edad tienes, hijo? - me preguntó sin más.
- 20 - le contesté, sorprendido por la pregunta.
- ¡Uy! - exclamó, sus ojos se abriron como platos - A tu edad, iba andando a todos lados.
- Es que ahora somos muy perros - le dije echándonos la culpa -. Además, no teníamos la energía que tenían ustedes - contesté de forma simpática.
- Antes mi marido me llevaba a todos sitios. Teníamos un coche pequeño, no era moderno, un "pindajo" -aquella palabra me hizo gracia -. Pero yo iba muy flamenca ¿sabes? Además, estaba muy agusto con él.

De repente, el autobús asomó por la esquina.

- ¡Vaya! - exclamó la mujer -, con lo que me cuesta levantarme ¡Acabo de sentarme!
- No se preocupe, yo le ayudo.

Cuando la mujer estuvo en pie, me dijo.

- Busca a alguien con quien seas feliz y verás como tendrás esta sonrisa que tengo a mi edad.
- Por cierto ¿cuántos tiene? - le pregunté antes de que subiese.
- 88, hijo. ¡Cuidate!
- Igualmente.

Y perdí de vista a aquel "ángel".

2 comentarios:

Luna dijo...

Me encanta conocer ángeles como el que te has encontrado tú.

Besoss.

-Spike- dijo...

Quizás alguno de nosotros es un ángel sin saberlo (yo, desde luego, no, más bien un demonio jeje)

Besos.