viernes, 2 de enero de 2009

26 - La Navidad, la vida... y sus momentos

Saludos de nuevo a todos/as. Ya ha pasado el revuelo de las fiestas y me he animado a seguir con el blog, como he hecho cada día. Estoy escribiendo en relación al último post que escribí: La Navidad y sus buenos momentos. Creo que pequé de optimista y ahora vuelvo para más o menos comentaros como me han ido estos días.

No he parado, tanto como de fiesta como de trabajo. Me he tragado Nochebuena y Nochevieja currando. Pero no hay mal que por bien no venga. Ahora tengo dinero para comprarle la cámara a mi "compañera". Me ha regalado un móvil por reyes, uno táctil. Evito decir marcas para no hacer publicidad. Sólo es necesario que yo diga algo para que ella me lo compre o lo haga, por eso mismo intento no hablar más de la cuenta... Los días que he salido, me he tirado hasta las tantas de la mañana. Así estoy, con el sueño cambiado. En fin, es lo que tiene las vacaciones.

Y bueno, ahora comienzo a explicar porque las cosas pasó de "los buenos momentos" a sus "momentos". Mi perro ha muerto. Hasta aquí suena gracioso, pero da pena separarse de un animal que te ha acompañado desde que tienes siete años. Aunque en el fondo me alegro, porque estaba muy viejo el pobre y quizás sufriendo más de la cuenta. Así que si es mejor así, que así sea.

Ahora viene lo serio. Un compañero de clase se mató el martes pasado. Un accidente de tráfico. Él conducía una moto y al tomar una rotonda un coche se lo llevó por delante. Tenía 22 años. Me contaron que iba sin casco, pero eso ahora ya... no tiene importancia. Cuando te lo dicen, no te lo crees. ¿Cómo es posible? parece que esos sucesos están tan lejos de tí... siempre en las noticias, como si todo eso se agarrase a una posibilidad mínima de que le toque a alguien cercano, o incluso a tí mismo.

Era mi amigo, y aunque nuestra relación no era lo suficientemente fuerte, nunca le he deseado la muerte, aunque al principio no nos llevábamos bien, casi mal. Recuerdo el día de las fotos de nuestras becas. A eso de un mes. Él tenía ahora asignaturas que yo no tengo y pocas veces nos veíamos. Teníamos que llevar camisa blanca para las fotos, pero a mí se me olvidó. Él estaba allí en ese mismo momento y me la dejó. "Toma, quédatela y me la das después de las fiestas, yo sólo la uso para la romería" y rió. Ahora, esa camisa está colgada en la percha de mi cuarto, a un metro de mí. Lo peor de todo es que ya no voy a poder devolvérsela.

Descansa en paz, Casi.

A todos, feliz año y que todos vuestros deseos se cumplan.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder tio! Lo siento mucho. Un besazo muy fuerte. :(

Luna dijo...

La vida se encarga de darnos tortazos para que no se nos olvide dónde andamos.
Espero que tu año 2009 tenga más buenos momentos que malos.

Besazos.

Alga dijo...

Lo que ha deser será. Ganaste algo bueno de esa persona, muchos no hemos podido siquiera disfrutar de eso al no conocerlo.

Feliz Navidad caballero. Me alertó su avatar y tuve que enturbiarle, mis disculpas!

-Spike- dijo...

Gracias a las tres por el apoyo y estas palabras. Gracias, de nuevo. Besos.